Cuando The Smashing Pumpkins emergieron desde Chicago a inicios de los noventa, no solo irrumpieron en la escena: la reconfiguraron por completo. Su mezcla de rock alternativo, psicodelia, metal y melodías profundamente emocionales rompió cualquier molde existente. Con Siamese Dream (1993) y la obra monumental Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995), la banda liderada por Billy Corgan redefinió el sonido de toda una generación y se consolidó como uno de los pilares más influyentes de la música alternativa.
A más de tres décadas de su formación y con más de 30 millones de discos vendidos, The Smashing Pumpkins llegan al Vive Latino demostrando que su legado no vive solo de la nostalgia. Su álbum más reciente, ATUM (2023), funciona como prueba de que la ambición creativa sigue intacta, mientras su discurso artístico continúa desmarcándose de cualquier intento de repetición. “No somos lo mismo, somos diferentes”, parece ser el mantra que sigue guiando su camino.
El 2025 ha sido un año especialmente significativo para la banda. Celebraron los 30 años de Mellon Collie y los 25 de Machina con el lanzamiento del esperado box set de Machina, una obra expansiva de más de 80 canciones que finalmente reivindica uno de los capítulos más incomprendidos de su historia. A esto se sumó una reinterpretación orquestal de Mellon Collie en la Lyric Opera de Chicago, reafirmando la visión artística total de Corgan.
Entre giras internacionales, escenarios masivos y nueva energía sobre el escenario —con Kiki Wong ya consolidada como una pieza clave en la alineación—, The Smashing Pumpkins llegan al Vive Latino en plena forma. Su participación en el festival no es solo un regreso esperado, sino la confirmación de que siguen siendo arquitectos esenciales del rock alternativo, capaces de mirar al pasado sin quedarse atrapados en él.
