The Guapos, la superbanda conformada por Jay de la Cueva, Adanowsky, Leiva y El David Aguilar ha publicado su álbum debut titulado Hey!, con el que reviven el verdadero rock and roll de los cincuenta en diez canciones aceitosas, plurales y sofisticadas. Para los mexicanos existe la sonoridad histórica de Los Apson, Los Rebeldes del Rock o Los Camisas Negras por el simple hecho de tener tres mexicanos y un español (Leiva) en la banda, entonces si los españoles lo escuchan encontraran destellos de Los Brincos, Los Sirex o Los Mustang.
Lo que The Guapos ha propuesto es solo una punzada de emociones, un disparo a la nostalgia bañado en los raudales del rock, el género por excelencia que nunca morirá ni perderá vigencia, es la mezclilla en el mundo de la moda, es John y Paul de la composición romántica, porque también hay influencia Beatle, The Hollies, The Yardbirds y mucha de esa amalgama musical procedente de Estado Unidos y Reino Unido.
The Guapos nació como una inquietud, así lo cuenta Leiva: “Mi buen amigo Adanowsky un día estábamos comiendo allá en Contramar y me dijo ‘Oye Lei, hay una banda que estoy montando con Jay de la Cueva y con El David Aguilar y estamos pensando en que tú tienes que ser el batería de esa banda’. Así que ese día decidimos formar un grupo, y muy rápidamente nos fuimos a Chicago, compusimos unas canciones y grabamos un disco…Los cuatro estuvimos un mes grabando un disco de rock and roll de los cincuentas mexicano en Chicago”.
El álbum abre con Hey!, el tema que da nombre al disco y que funge como carta de presentación, donde a mitad de la canción se escucha un clásico riff de auténtico rock and roll cantado en nuestro idioma. El track segundo es “Me Cambiaría por Cualquiera”, una letra quisquillosa y dramática, no es un tema bailable sino todo lo contrario y es natamente pop desdichado. “Soy un Guapo” fue el primer corte lanzado el pasado mes de marzo, quizá es el tema más egocéntrico, pero, ¿qué podemos decirles a cuatro chulos?
Respondiendo al canon rocanrolero aparece “Isabel”, el tema con nombre de mujer que nunca debe faltar en álbumes como estos. El segundo corte resulta ser el quinto tema del disco, “Nunca Te Quise”, que no es más que una declaración dolorosa, adornada por una guitarra que recuerda al finado Valens en “We Belong Together”. En el sexto lugar está la intimista “Mis Amigos del Rock”, una caótica letra vivencial de cuando una buena etapa de rockstar ha llegado a sus límites y es hora de abandonar y alinearse a un “camino correcto”, cantan: “Ya me hice vegano y me brilla la piel, hago yoga temprano cada día a la 6, he dejado las drogas no lo puedo creer, entre mis contactos está Luis Miguel”.
“Boogaloo” tiene todas las beach vibes, una atmosfera surf que ejerce a la perfección El David Aguilar y Jay en la guitarra, mientras que en las voces Adán y Leiva dan el subidón a los coros: “Nena ven a bailar el boogaloo, nena ven a bailar el boogaloo, por qué te quiero ver mover el esqueleto y de tu boca pásame tequila con limón”. En “Mi Amor to Me” tuvieron la participación de Doug Corcoran en el saxofón, recurren al inglés y entremezclan dos idiomas, tal vez con el propósito de no dejar fuera toda influencia que bebieron para realizar este proyecto. Más que un destaca de lírica rebuscada, es más bien un estado de armonía que vive como banda y gozan de los momentos en compañía
El penúltimo tema es “Dolores” de nuevo los nombre sin licencia y el romanticismo de actitudes varias, el ritmo es suave y nos transporta a un cálido oleaje oceánico donde la melodía direcciona un apacible escenario de apego y sensibilidad varonil. Un golpe a la nostalgia. El álbum cierra con “Objeto Sensual”, un rocksito que invita a mover las piernas, quizá nos permita un boogie woogie, mientras el piano en manos de Jay se destartala a barrunto del master drums Leiva. Una perfecta melodía para ponerle punto final a este encuentro.