Hace 45 años en la fría ciudad de Manchester surgió desaforadamente el debut discográfico de un grupo de jóvenes que condensaron la escena sombría, nostálgica del ambient británico al cual añadieron un toque de salvajismo profundo de inconformiso y rebeldía, mismo que fue tras las huellas artísticas del pasado punk rock e influenciado por el avant-garde. Así en 1979 nace Unknown Pleasures el primer larga duración de Joy Division bajo el sello de Factory Records, que a día de hoy es considerado uno de los discos más influyentes del post-punk y de la música contemporánea.
Los 70s fueron con una bomba en el tiempo para la música, en Estados Unidos el hardcore y el thrash metal empezaban a hacer de las suyas, mientras que en Inglaterra la sociedad buscaba sucumbir el conservadurismo optando por una imagen dura, desolada y cruda, un estilo que denostara una nueva identidad a través de la música y de una nueva gesta de bandas como The Cure, Siouxsie and the Banshees, Magazine, Public Image Ltd., Wire y Bauhaus, que colocaron todos los alfileres justo donde sus seguidores pretendían dirigirse.
Por supuesto que Joy Division se encontraba en medio del colectivo musical de la época. La banda había cimentado sus bases con la publicación del EP An Ideal For Living (1978), cuatro canciones y una polémica portada les basto para mostrar su arte primitivo en los temas No Love Lost y Leaders of Men. El sonido, un marcado bajo en manos de Peter Hook, la florida batería de Stephen Morris conjugada con la guitarra de Bernard Sumner creó la sonoridad perfecta envueltas en densas atmósferas distintivas que escucharíamos en I Remember Nothing y Day of the Lords.
Unknown Pleasures fue grabado y mezclado en los Strawberry Studios de Stockport en abril de 1979, contó con la producción de Martin Hannett, el cerebro detrás de todas las técnicas, ecos, efectos de sonido y armonizaciones ambientales. La portada fue diseñada por Peter Saville, para esto utilizo un gráfico de datos de señales de un púlsar de radio. Por otra parte, las canciones del álbum toman por tema el dolor, la melancolía y la tristeza, de la mente de Ian Curtis emergen todos los destellos literarios y musicales. Admiraba a Bowie y a la Generación Beat, incluso el tema Interzone del álbum toma el título de un capítulo de El Almuerzo Desnudo de William S. Burroughs.
Unknown Pleasures lo conforman diez canciones, se trata del único álbum de estudio de la banda lanzado antes de que Curtis decidirá quitarse la vida. A 45 años de su publicación Unknown Pleasures continúa ejerciendo una fuerte influencia en las nuevas oleadas de músicos, pasando de ser un disco indispensable para el rock gótico a ser un álbum obligado para todo público; a su vez Joy Division se convirtió en una de la bandas más importantes de la historia del rock, su minúsculo legado ha sobrevivido a través de los años y su potente imagen fría y oscura le a otorgado un merito imborrable y característico, digno de una banda que logro reírse de su propia tristeza.