A propósito de únicas visitas, Nacho Vegas viene al país como parte del Sonorama México. De tanto resistirse, el gijonés fue el ultimo artista en se revelado en el tan sospechado cartel que el festival español propone en su edición 2025. Se trata de la única presentación que el autor de “La Gran Broma Final” tiene programada para el público mexicano. Pero Nacho es Nacho, en su propia esencia sobre el escenario revienta luminosidad en su discurso, no pretende meternos al embullo a través de su música, tampoco nos es que sea el letargo omnipresente que nos fulmine todas las emociones de un knock out. ¿Has escuchado “Morir o Matar” encerrado en tu habitación con las luces apagadas mientras el mundo duerme y sueña?
Nacho es inconfundible, es meloso, amargo, simplón, grosero, tosco, febril y cursi. Y todos los adjetivos que se le puedan colgar. También posee una voz particular “de barítono” que conjuga a la perfección con sus letras a la hora de interpretar con música. Podría sonarte tan indie rock, folk y alternativo, desafiante entre los surcos de los que fue Manta Ray y todo ese post-rock que Vegas abandonó en 1999 para irse a grabar y coproducir junto a Paco Loco su primer álbum Actos Inexplicables, la placa que definiría su concepto como musico y cantautor hasta el día de hoy.
Tal vez en el Sonorama no cante toda nuestra playlist porque es claro que viene ofreciendo algo diferente y al mismo tiempo tiene que complacer al inquebrantable en plena luz y sombra primaveral. Y no es de pensarle demasiado que, de álbumes como El Desastre Manifiesto, La Zona Sucia, Resituación, Violética y Mundos Inmóviles Derrumbándose habrá temas que resuenen en el Parque Bicentenario. Pero si nos damos el lujo de ser preciso “La Pena o La Nada”, “La gran Broma Final”, El Hombre que casi conoció a Michi Panero”, “Ser Árbol” y “Ciudad Vampira” se han vuelto clásicos en sus setlists durante sus últimas presentaciones el pasado año en el Pepsi Center, Íntims y Prestoso Fest.
Hablamos del headliner más cotizado o así nos lo hicieron parecer sus compatriotas. Lo cierto el gijonés siempre luce elegante en el escenario, se planta para esparcís sus raíces a través del don de la ternura y sus vibras cantoras. Sus canciones poseen un espíritu inconmensurable y profundo, ruedan por las tonadas country, elevan el ímpetu, te hacen encender un cigarrillo, buscar una cerveza o en el mamón de los casos una copa de vino. Pero no es Nacho quien ínsita a jodernos el hígado y los pulmones, es solo la notable excusa de que la canción te golpe durísimo; “Como un mar me presenté ante ti, en parte agua y en parte sal, lo que no se puede desunir, es lo que nos habrá de separar, en el día de la gran broma final”.
La belleza de la palabra y el abismal mensajero inicia en el periplo del artista hace casi tres décadas, en donde su formación de letraherido y compositor subyacen ligeramente los broches dorados de Willie Nelson, Kistofferson, Leonard Cohen, Tom Waits y Townes Van Zandt. Nadie llega a este mundo inyectado de música y poesía, todo se mama en tierra y si los dioses de otorgan su bendición serás un elegido, un bendito o un Chucho malherido.
El festival Sonorama Ribera tiene sus orígenes en España y se ha consolidado como un evento refrenté más allá del idioma y sobre todo en la escena contemporánea. Sonorama México ’25 es la reafirmación para el público mexicano del puente cultural por donde la música atraviesa fronteras, esta vez se realizará el día sábado 26 de abril en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México. Los boletos los puedes encontrar a través de Passline.com