Una composición tan sensible y un espectáculo de sensaciones musicales merece un espacio hermoso como lo es el teatro Metropolitan, quien presto su escenario a un artista que causa conmociones al toque de cada tecla en sus pianos y en el cambio de cada una de sus canciones, Ólafur Arnalds viene desde Islandia para hacernos flotar con su mas reciente producción Some Kind of Peace la cual sufrió de mucho posponerse por la contingencia sanitaria.
“Es un sueño que ya este ocurriendo, estar aquí teniendo este intercambio de energía con otros humanos” así lo expreso Ólafur con su muy simpática e introvertida personalidad.
Al precioso recito no dejaban de entrar personas, inclusive después de comenzado el concierto, pues ya se presentía que seria una experiencia imperdible y que tocaría nuestras fibras mas sensibles en tantas maneras, no solo con las canciones mas hipnotizantes como lo fueron “Árbakkinn”, “New Grass”, “Beth´s Theme”; Si no también con las sorprendentes anécdotas de Ólafur acerca de cómo llego al proceso de desarrollar un software para tocar dos pianos a la vez, sin necesidad de tocar físicamente uno de ellos.
Sufrió un accidente automovilístico y se lastimo severamente uno de sus hombros “Algo verdaderamente malo para un pianista ¿no?” pregunto el Islandés, “Fue así que un amigo me ayudo a desarrollar el sofware para poder tocar con menor esfuerzo, casi como el techno, que tocas con una mano y con la otra solo haces esto” bromeo y se movió como si estuviera tocando un set dj.
Después de apreciar incluso material de su producción “Remember” como
“Momentary”, “Saman” y “Undir”.
Fue innegable ver a tantas almas conmovidas en el lugar, algunas lagrimas y varios poniéndose de pie al termino de cada pieza pues no podían contener el agradecimiento de tan profundas sensaciones que nos estaban provocando, un contrabajo y tres violines lo acompañaban y hacían del momento algo verdaderamente sublime al vibrar sus cuerdas y con todos ya maravillados Ólafur expreso que no había mejor publico que México, pues hasta le cantamos a coro Cielito Lindo en dos ocasiones queriéndole regresar tan solo un poco de todo lo que nos estaba regalando con su música.
Nos compartió una conmovedora historia con su abuela, seguida de un poco de su biografía musical en su adolescencia y su primera banda de punk muy graciosa por cierto, esto para guiarnos a una composición que hizo para recordar y agradecerle a su abuela creer en su música, momento bellísimo para todos en el lugar, el encuentro era un ir y venir con la idea de no querer que terminara incluso para el mismo Arnals, quien nos despidió impactantemente con “Lag Fyrir ommu”, donde a pesar de que su ensamble de cuerdas ya no estaba en el escenario lo acompañaros tras bambalinas confirmándonos que son un equipo hermoso y ellos también estaban conectando con nosotros en todo momento.
Gracias Islandia por tan maravillosos músicos.
Texto: Maria Padilla.
Foto: Cazarrubias.
