Después de varios adelantos que dejaron claro hacia dónde iba su sonido, The Hero’s Rise finalmente libera “INMARCESIBLE”, su primer álbum de larga duración. Con 14 canciones, la banda demuestra que no tiene miedo de ir a fondo, tanto en lo musical como en lo emocional. Este disco no solo consolida su estilo dentro del metalcore moderno, también los posiciona como una propuesta madura que sabe usar su música como desahogo y conexión.
Desde los primeros segundos de “VOCES”, el álbum abre con fuerza, dejando claro que lo que viene no será superficial. El grupo se mueve entre gritos crudos, guitarras afiladas, solos bien colocados y melodías que contrastan con la pesadez. Cada canción parece escrita desde un lugar honesto, donde se habla de heridas, de cargar con lo que duele y de la necesidad de seguir adelante aunque todo arda. “Mi Propio Infierno”, “Promesas Vacías” o “Cayendo en un Abismo” son algunos de los temas que muestran esa lucha interna constante.
Lo que hace especial a “INMARCESIBLE” es cómo se siente vivo en cada colaboración. En “Prisionero”, Maldos de Lethal Creation suma un extra de agresividad; “Propaga el Fuego” con Javier Trapero de Tulkas, añade velocidad y precisión; mientras que “ECOS” con Andrés Díaz de Demondeath lleva el tema a terrenos aún más oscuros. Estos cruces no se sienten forzados, al contrario: parecen hechos para potenciar el mensaje y enriquecer la experiencia del disco.
A pesar de su duración, el álbum no se hace pesado. Al contrario, se agradece encontrar una obra tan completa en una época dominada por lanzamientos breves. “INMARCESIBLE” es un trabajo que merece ser escuchado de principio a fin, no solo por su calidad musical, sino porque hay algo en sus letras y energía que puede acompañar a cualquiera que haya sentido que todo se desmorona. The Hero’s Rise no promete soluciones, pero sí un lugar donde sentirse comprendido.
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