A veces cuesta creer que el rock en México se a distorsionado, miles de influencias y cientos de razones han hecho que nuestros grandes exponentes nacionales tomen sus raíces, prendan fuego y las arrojen al hervidero colectivo teniendo al final un caldo de cultivo hecho en tiempo y forma. Si lo mencionado encaja en alguna banda, esa banda es La Gusana Ciega, y no es nada malo, sucede que aparecieron en escena añadiéndole al rock alternativo un aire nuevo que mantienen vigente hasta el día de hoy.
La Gusana Ciega es Daniel Gutiérrez (voz y guitarra), Germán Arroyo (batería) y Luis Ernesto Martínez “Lu” (bajo). Ha sido alrededor de 30 años haciendo música con algunos lapsos de ausencia, pero cada que aparecen es una bocanada de frescura encandilada en sus hits “No Puedo Verte”, “Me Puedes”, “Tornasol (Vuelves a Ser)”, “Ella Estrella”, “Califórnica” y más. Aquellos años de toquines en fiestas fueron el ápice de lo que vendría al tiempo que buscaban su propia identidad como banda que firmaron con su álbum debut Merlina en 1996.
Con la publicación de su primer material discográfico dejaron de pertenecer a la escena “under” del rock mexicano, llegarían las grandes oportunidades que los proyectarían a nuevas multitudes las cuales no fueron fáciles de conquistar, ahí resalta su perseverancia y tenacidad reflejada en su segundo álbum Superbee (1997). La Gusana Ciega estaba ya en el radar alternativo consolidándose como un pilar fundamental de un rock diferente posterior al llamado Rock en tu Idioma, así fue como en marzo de 1998 fueron teloneros de Oasis, la banda británica visitaba por vez primera nuestro país para ofrecer dos shows en el Palacio de los Deportes, aquel memorable momento fue muy importante para la banda, qué, 20 años después –en abril de 2018– repetiría una hazaña similar, ahora abriendo el show a Lenny Kravitz en la Arena Ciudad de México.
Durante ese lapso de dos décadas sucedieron bastantes cosas, publicaron su tercer álbum Correspondencia Interna y la ausencia de la banda en 2002 que no demoro y para más su regreso tres años más tarde vendría acompañado no solo de conciertos sino de su cuarto material La Rueda del Diablo. La próxima producción que la Gusana compartiría sería detonante en su discografía, a pesar de que en Jaibol la mayoría de las canciones son covers a excepción del tema final “La Balada del Hombre Corriendo”, fue un disco que gusto bastante, los arreglos y el repertorio elegido de clásicos de la época de los setenta u ochenta, de donde resaltan los temas “Vivir así, Es Morir de Amor”, “Hey!”, “Yes Sir, I Can Boogie”, “Aire” y “Yolanda”.
Pronto vendría material inédito con el álbum Conejo en el Sombrero en 2011, pero fue Monarca en 2014 cuando volvieron dar un gran golpe nuevamente solo como la Gusana saber hacerlo con sus ya clásicos “San Miguel”, “Califórnica” y “Tu Volverás”. El álbum fue grabado en Vancouver y es evidente la madurez musical que dejaron en las 12 canciones que lo conforman. El éxito seguiría añadiendo hits con la publicación de Borregos en la Niebla hasta alcanzar un sonido más experimental con su último trabajo 1021, publicado en mayo de 2022, y con el que realizaron una exitosa presentación en el Pepsi Center WTC en Ciudad de México en septiembre del mismo año.
La Gusana continuara su travesía sobre los escenarios cosechando éxitos; recientemente anunciaron la gira Vuelves a Ser 2023, donde pretenden visitar diferentes ciudades del país, y una de esas será el 13 de mayo en Cuernavaca, Morelos como parte del nuevo festival Cuernavaca Sunrise. Una vez más la capital morelense es sede de rock nacional e internacional, donde La Gusana Ciega pondrá sus cartas sobre la mesa y reventará el escenario recorriendo sus Más Grandes canciones en tres décadas de Rock and Roll, boogie, Celofán e Invasión Estelar.
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