Durante años, el Knotfest fue casi un mito en México. Después de aquel caótico 2019 —el polvo, la lluvia, el desconcierto y una noche que terminó escrita en capítulos que nadie esperaba— el festival desapareció sin despedirse. Seis años en pausa, seis años en los que su nombre quedó flotando entre rumores, nostalgia y una pregunta que todos repetían: ¿volverá algún día?
Y sí. Volvió.
Pero no como sombra ni como recuerdo: volvió para imponer presencia.
El próximo 6 de diciembre, la Explanada del Estadio Banorte en CDMX será el punto de reunión para miles de fans que llevan tiempo esperando este momento. El retorno del “carnaval oscuro” promete recuperar esa esencia ritual del metal: un ambiente denso, ceremonial, cargado de energía que se siente en el pecho antes de que siquiera suene la primera nota.
Un lineup que no busca complacer: busca sacudir
La edición 2025 llega con un cartel que deja claro que el regreso no es tibio. Marilyn Manson está al frente como headliner, marcando uno de los regresos más comentados del año. Junto a él, Falling In Reverse llega en el punto más alto de su carrera; Slaughter to Prevail amenaza con convertir el pit en zona de guerra; Shinedown pisa por primera vez territorio mexicano; y Hanabie. viaja desde Japón para demostrar que el metal también puede ser colorido, frenético y brutal al mismo tiempo.
A ellos se suman While She Sleeps y Fit For an Autopsy, creando un ensamble que mezcla distintos matices del metal contemporáneo con una precisión quirúrgica.
Es un lineup con intención. Con mensaje.
Un lineup que grita: “Knotfest vuelve para marcar época, no para corregirla.”
2019 dejó cicatriz. 2025 busca dejar legado.
Mencionar Knotfest en México es recordar aquella noche en que todo salió del carril. Fue un golpe duro para la escena, para la comunidad y para la confianza. Y quizá por eso este regreso no es solamente un anuncio de festival: es una declaración de reparación.
La producción promete un evento renovado, con mejoras visibles:
• dos escenarios sólidos,
• seguridad reforzada,
• experiencia premium en una terraza especializada,
• y un regreso al concepto original del “carnaval oscuro”, donde música, arte y performance conviven con esa dosis justa de caos que solo el metal entiende.
Un regreso que no se repite. Una oportunidad que no se ignora.
Es la primera vez que Marilyn Manson encabeza un festival de metal en México desde su retorno.
Es el renacimiento de Knotfest después de seis años sin una edición presencial.
Es un cartel que une generaciones y que recuerda por qué el metal sigue siendo un movimiento, no solo un género.
Los festivales no son eternos.
Y cuando uno vuelve así —con historia, con cicatriz y con hambre— lo único que queda es estar ahí.
