Hace diez años que Cerati nos falta, nos falta en las canciones, en el rock, en la Argentina cambiante, en los escenarios, los estadios, los estudios, en festivales y carnavales. Una figura llena de virtudes se escasea, su ausencia a sido un pretexto para sumergirse en él a través de su obra a tal grado de sentirlo propio, familiar y encarnado a una vida que no fue suya pero que pareció vivir porque sus canciones se han inoculado en la cotidianidad de miles de personas que desde hace diez años lo recuerdan y ponen sus canciones tristes para sentirse mejor.
¿Qué no se ha dicho de Gustavo durante todo este tiempo? Que dejo inconclusa una serie de videoclips de Fuerza Natural, que había una segunda y poco probable reunión con Soda Stereo. Que a muchos les hubiese encantado verlo en gira con Andy Summer y Stewart Copeland o grabando un tema de Kiss para un tributo a la banda neoyorquina. A estas alturas de la vida tal vez ya tendría más colaboraciones junto a otros artistas, ya habría encabezado algún otro festival en nuestro país o participado en las grandes marcas como Lollapalooza o Coachella. Su proyección de artista y príncipe fuese otra con un publico que lo vio disparar sus primeros hits “Te hacen falta vitaminas” y “Trátame suavemente” hasta la generación de lo conoció a través de temas como “Puente”, “Cosas imposibles”, “Crimen” y “Deja vú”.
Aquel fatídico 04 de septiembre de 2014, Buenos Aires se cubrió de oscuridad, la ciudad estaba en furia, era real. A través de las redes sociales se comunicaba el fallecimiento de Cerati a los 55 años de edad. Dos años atrás Spinetta había dejado este mundo y ahora le había llegado el turno a Gustavo que tristemente nunca supo que murió Luis Alberto y Luis Alberto nunca supo si Cerati despertó de coma. Sucedido esto, salieron a la luz varios libros biográficos, cientos de artículos periodísticos, fotografías nunca antes vistas, muchos testimonios de parte de la familia, colegas y amigos; NatGeo conto su vida en un documental, Infinito (2015) y un paupérrimo disco en vivo titulado Fuerza Natural Tour, en vivo en Monterrey, MX, 2009 que exhumo los últimos andamios del bonaerense sobre los escenarios. En YouTube se puede encontrar un corto documental con imágenes exclusivas del archivo ceratiano con motivo de los 20 años del álbum Siempre es Hoy, incluso en agosto de 2021 se publico el videoclip inédito del tema “No te creo”.
Diez años son dos palabras fáciles de pronunciar pero que al rock le han costado. No hay remplazo ni figuras novedosas que logre proponer semejante obra, hoy por hoy es su legado el que lo mantiene vivo y pocas veces sucede lo que con Cerati ha venido ocurriendo a lo largo de todo este tiempo, es que su imagen sigue estando presente, se sigue escribiendo a su memoria y continúa siendo una fuente de ideas, inspiración e influencias para una nueva camada de bandas y artistas. Sus compañeros de ruta lo recuerdan, tal es el caso de Andrés Calamaro en los Premios Carlos Gardel 2014, El Salmón se impuso en la categoría de Mejor Álbum Artista de Rock por Bohemio (2013) y aprovechó para dedicar un mensaje a su amigo: “Me llamaron para preguntarme de Gustavo y lloré como un chico y es la tercera vez que me emocioné tanto en mi vida. La última vez que me dieron un premio estaba sentado junto a Gustavo y fue él el primero en levantarse y felicitarme…”.
En 2013, Fito Páez publica Yo Te Amo, su vigésimo álbum de estudio en el que incluye la canción “La velocidad del tiempo” que saluda eternamente a la memoria de Cerati.
¿Te acordas?, fue ayer nomás
Vos y yo, bailaba toda Buenos Aires
El tiempo ya pasó y hasta se nos voló, Luis
Te acordas en la nueve de julio los tres
Cantando cada uno su parte.
Miro atrás, estuvo bien
Pero hay que decir nos ayudó la buena suerte
Bendito seas, la última vez que te vi
No voy a filosofar, los dos sabemos engañar a la muerte…
Y la historia continuara escribiéndose, hay demasiada tinta condenada al papel, hay quienes hoy descubren la soltura poética de lo que es Bocanada (1999), la electricidad chorreante de Siempre es Hoy (2002) o las melodías cristalizadas por el sol en Fuerza Natural (2009). Dos lustros viviendo al asecho de nuevo material o del milagro de la vida. Difícilmente se dejará de escribir, tal vez el tiempo dicte sus límites y será el mismo quien pondrá todas las piezas en su lugar, recientemente Charly Alberti declaro haber encontrado una casete con la primera canción de Soda que compusieron con Gustavo Cerati y Zeta Bosio. Sin duda una joya para los acérrimos fans del antes y después del argentino.
Gustavo vive a través de sus canciones, de sus letras, de su pulso bendito de héroe y villano. Un artista como pocos, que sufría y se envolvía en su propio caos, se resolvía, mutaba de piel y renovaba sus credenciales cuando la tierra sentía aun sus pasos. Una década llena de música, pero carente de colores, de niveles profesional y de castillos sonoros, algo que un arquitecto del sonido como Cerati (así lo llamao Charly García) podría enmendar sin inflar ni inflamar su figura, lo que pasa es un dejo de tristeza adherido a una extrañeza, a un ser cercano pero que nos mira de lejos, a ese hombre alado que ahora da vueltas por el universo y que tiene su estancia En Paraná, Entre Ríos, la calle 1542 del Barrio Empleados de Comercio.