Antiguos Jóvenes, la banda chihuahuense de indie pop y soft rock, sigue construyendo una propuesta cálida y emocional que ha llamado la atención dentro del circuito independiente. Con apenas unos meses de trayectoria ya superan los 5,000 oyentes mensuales, impulsados por un sonido que mezcla nostalgia y sensibilidad moderna, y por una estética visual que, como en las portadas de sus sencillos —un reloj de arena, una habitación desordenada, una ventana silenciosa, una casa dibujada a lápiz— conversa con los temas que más los definen: el paso del tiempo, la memoria, la intimidad y ese sentimiento tan generacional de buscarse a uno mismo mientras todo cambia alrededor.
Su debut llegó con “Intuición”, un tema que abrió el camino hacia su primer álbum y dejó claro que la banda tiene un don especial para generar atmósferas suaves que terminan estallando en algo profundamente emocional. Guitarras que respiran, una voz cálida que se quiebra en el momento justo y una letra que retrata el desvelo emocional de una relación que ya no sabe dónde pararse. La frase “cierro los ojos pensando en tu boca…” funciona como un hilo conductor que acompaña ese vaivén entre la calma y la tormenta, muy en sintonía con la estética de sus primeras portadas: íntima, frágil, llena de detalles que dicen más de lo que muestran.
A principios de este año llegó “Fuego en la Tormenta”, una canción que abraza más el rock alternativo y que muestra una faceta más intensa del grupo. Su letra —“pero quiero entenderte corazón, cada vez que lo pienso no puedo más”— refleja la necesidad de comprender al otro incluso en medio del caos, mientras el solo final de guitarra le da esa sensación de catarsis contenida. Después vino “Destiempo”, probablemente el más nostálgico de sus lanzamientos: un tema acústico que habla sobre lo que se pierde cuando el tiempo decide avanzar sin pedir permiso. Cumpleaños que ya no se celebran, fotos que se quedan como eco, y un estallido a mitad de camino que encierra el reclamo más honesto: “no supiste valorar lo que te di”.
El cuarto sencillo, “Nunca Volver”, se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de su audiencia. Con un ritmo envolvente y una interpretación vocal que crece mientras avanza, la banda explora ese dolor que persiste aun cuando se intenta dejar atrás: “la vida te tiene a cargo de mi dolor… sobran momentos en los cuales pido perdón”. Aquí, Antiguos Jóvenes logra una de sus combinaciones más logradas entre letra, energía y emotividad, conectando con quienes encuentran en la música un espacio para soltar lo que pesa. Finalmente, “Si Me Dejas”, su lanzamiento más reciente, apuesta por un aire más energético impulsado por sintetizadores y un solo brillante, mientras la letra navega entre la ansiedad, el miedo a perder y las mil maneras de empezar algo que aún no termina de definirse.
Con cinco sencillos que dialogan entre sí —cada uno con su propia atmósfera, pero todos conectados por esa mirada honesta hacia el amor y el tiempo— Antiguos Jóvenes se prepara para presentar su álbum debut el próximo año. Si algo dejan claro estas primeras canciones es que la banda entiende perfectamente cómo construir un universo emocional propio, uno que se siente íntimo como un cuarto en silencio y amplio como una casa llena de recuerdos. Lo que viene promete consolidar ese camino y, probablemente, ampliar aún más la comunidad que ya encontró en su música un lugar donde quedarse.
