Sturle Dagsland explora los límites del alma en su nuevo sencillo “Drifter”

El artista noruego Sturle Dagsland vuelve a desdibujar las fronteras de la música con “Drifter”, un tema que se mueve entre lo terrenal y lo espiritual. Acompañado de su hermano Sjur, el músico ha recorrido el mundo llevando su sonido salvaje y emocional a escenarios tan diversos como Shanghái, Nueva York o Groenlandia. Su estilo se escapa de cualquier etiqueta: combina folk nórdico, canto gutural, expresiones vocales antiguas y una experimentación sonora que roza lo místico.

En “Drifter”, Dagsland se adentra en un territorio donde emoción y experimentación se funden hasta desaparecer los límites. Su voz —tratada como un instrumento más— atraviesa estados, texturas y silencios, generando una experiencia sensorial que se siente más como un viaje interior que como una canción convencional. Cada respiración, cada capa sonora, parece parte de un ritual para comprender la naturaleza del movimiento, del cambio y del desapego.

El sencillo encarna la figura del errante, ese ser que transita entre mundos y sonidos. Entre arpas, marxophones centenarios y arreglos electrónicos, Dagsland crea un puente entre lo ancestral y lo contemporáneo. Su música se mueve entre la fragilidad del folk y la vastedad del art-pop etéreo, evocando tanto la inmensidad del paisaje nórdico como la intimidad de un pensamiento fugaz.

En palabras del propio artista: “esas cuerdas antiguas suenan como una promesa, un sentimiento intangible de algo que habita en la neblina”. Así, “Drifter” se convierte no solo en una pieza musical, sino en una meditación sobre la existencia y el constante impulso de buscar. Una travesía espiritual donde la voz y el vacío se encuentran, recordándonos que la verdadera música no necesita explicación, solo ser sentida.